Diabetes y daño renal

¿Qué es la diabetes?

Es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre).

La diabetes de tipo 1 (anteriormente denominada diabetes insulinodependiente o juvenil) se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina.

La diabetes de tipo 2 (llamada anteriormente diabetes no insulinodependiente o del adulto) tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina. El sobrepeso y la obesidad son los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de diabetes tipo 2.1

El daño renal es una de las posibles complicaciones de la diabetes y de la hipertensión arterial cuando no hay un adecuado control de dichas condiciones.

La diabetes en cifras

En el mundo2:

  • 1 de cada 11 adultos (425 millones) tiene diabetes

  • 1 de cada 2 personas con diabetes no ha sido diagnosticada

  • El 12% del gasto en salud al nivel global se destina a atender la diabetes ($ 727 mil millones).

  • Tres cuartas partes de las personas con diabetes viven en países de bajos o medianos ingresos.

En México:

  • Ocupamos el primer lugar con más número de personas con diabetes entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).3
  • 1 de cada 3 niños mexicanos sufrirá diabetes a lo larga de su vida si no tomamos medidas para controlar la obesidad y las diabetes.4
  • En México en 2016, se registraron 105,572 muertes por diabetes.5

¿Qué es el daño renal?

El daño renal más común en la población mexicana a consecuencia de la diabetes e hipertensión es la enfermedad renal crónica (ERC). Este padecimiento consiste en la pérdida progresiva, permanente e irreversible de las funciones de los riñones, entre ellas: la capacidad de filtrar sustancias tóxicas de la sangre, la eliminación natural de líquidos y la capacidad endócrina (producción de hormonas). Este deterioro paulatino de las funciones renales impacta negativamente el buen funcionamiento del organismo y provocan: retención de agua, acidosis, hipertensión, anemia y alteraciones en el esqueleto hasta llegar a provocar la muerte del individuo.

El daño renal en cifras

En el mundo:

Se estima que uno de cada diez adultos tiene algún grado de enfermedad renal crónica.6

En México7:

A la fecha no se cuentan con datos a nivel nacional dado que no existe un registro nacional centralizado de casos de enfermedad renal crónica.

El 60% de las personas con insuficiencia renal irreversible ha llegado a diálisis o a requerir un trasplante debido a la diabetes.

La causa de muerte por ERC se encuentra subregistrada ya que generalmente se reporta como muerte por enfermedad cardiovascular. Fuentes oficiales ubican a la ERC dentro de las primeras diez causas de mortalidad general en la última década.

¿Por qué la comida chatarra y las bebidas azucaradas promueven la diabetes tipo 2 y el daño renal?

El consumo de azúcar es factor de riesgo para diabetes tipo 2 sin necesidad de tener obesidad. Los azúcares añadidos en productos ultra-procesados, en particular la fructosa, pueden contribuir a la obesidad aunque recientes estudios indican que incluso incrementan el riesgo de diabetes independientemente de sí existe obesidad o no.8,9,10 Estos azúcares activan mecanismos que generan resistencia a la insulina, la antesala de la diabetes.11

Las bebidas azucaradas aumentan la probabilidad de tener diabetes, no hay duda12. Además de aumentar el riesgo de obesidad, las bebidas azucaradas promueven directamente el desarrollo de diabetes tipo 2. Una revisión de 11 estudios13 encontró que las personas que consumieron una o dos porciones de bebidas azucaradas al día tuvieron 26% más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 que quienes no las consumían o consumían menos de una porción al mes.

Además del azúcar, también las harinas refinadas se asocian a la diabetes tipo 2. En un estudio14 que siguió a más de 70,000 mujeres sanas durante 24 años (de 1984 a 2008), se encontró que quienes consumieron más harinas refinadas de productos muy procesados y menos fibra de frutas y cereales integrales, tuvieron más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Otra investigación que retoma los resultados de 9 estudios anteriores, indicó que el consumo de cereales integrales (fibra) disminuye el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en 33%, comparando las personas que más los consumieron con quienes menos los consumieron.15 Las harinas refinadas aumentan la glucosa (azúcar) en sangre de una forma similar al azúcar y quienes las consumen menos tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes.16

Las grasas también afectan el metabolismo de la glucosa (azúcar).

Existe evidencia de que las dietas altas en grasa, particularmente las grasas saturadas disminuyen la sensibilidad a la insulina, la hormona que permite la entrada de la glucosa a las células. El exceso de grasas modifica la composición de las membranas de las células, afectando la entrada de la glucosa a las células, razón por la cual aumentan sus niveles en sangre.17

La diabetes es la principal causa de daño renal en México.

La enfermedad renal crónica es una de las complicaciones de una diabetes mal controlada. Después de los primeros 10 años de diagnóstico de diabetes tipo 2, de 5 a 10% de los pacientes puede padecer enfermedad renal crónica, de acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes. De acuerdo a cifras oficiales y estudios realizados en México, hasta 98% de las personas con ERC por diabetes en México se encuentra en las etapas tempranas (1 a 3), cuando la enfermedad es todavía controlable y reversible, mientras que 2% requerirá de complejos y costosos tratamientos como la diálisis peritoneal, la hemodiálisis y/o el trasplante de riñón (etapas 4 y 5).7

 
 

Referencias

1 Organización Mundial de la Salud. Diabetes. http://www.who.int/topics/diabetes_mellitus/es/

2 International Diabetes Federation (2017). IDF Diabetes Atlas. Disponible en: http://www.diabetesatlas.org/resources/2017-atlas.html

4 Meza R, Barrientos-Gutiérrez T, Rojas-Martínez R, Reynoso-Noverón N, Palacio-Mejía LS, Lazcano-Ponce E, Hernández-Ávila M. Burden of type 2 diabetes in Mexico: past, current and future prevalence and incidence rates. Prev Med 2015; 81:445-50. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4679631/pdf/nihms736094.pdf

5 INEGI Principales causas de mortalidad por residencia habitual. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/registros/vitales/mortalidad/tabulados/ConsultaMortalidad.asp

6 OMS/OPS. Crece el número de enfermos renales entre los mayores de 60 años con diabetes e hipertensión

http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=9379%3A2014-kidney-disease-rising-among-seniors-diabetes-hypertension&Itemid=1926&lang=es

7 Juan A. Tamayo y Orozco H. Santiago Lastiri Quirós. La enfermedad renal crónica en México. Hacia una política nacional para enfrentarla. Academia Nacional de Medicina de México. 2016. https://www.anmm.org.mx/publicaciones/ultimas_publicaciones/ENF-RENAL.pdf

8 Basu, S., Yoffe, P., Hills, N., Lustig, R.H. The relationship of sugar to population-level diabetes prevalence: An econometric analysis of repeated cross-sectional data. PLoS ONE. 2013;8:e57873. http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0057873#pone.0057873-Malik1

9 Johnson RJ, Segal MS, Sautin Y, Nakagawa T, Feig DI, et al. Potential role of sugar (fructose) in the epidemic of hypertension, obesity and the metabolic syndrome, diabetes, kidney disease, and cardiovascular disease. Am J Clin Nutr 2007;86: 899–906. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17921363

10 Malik VS, Hu FB. Sweeteners and risk of obesity and type 2 diabetes: the role of sugar-sweetened beverages. Curr Diab Rep 2012;12(2):195-203. https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs11892-012-0259-6

11 Bremer AA, Stanhope KL, Graham JL, Cummings BP, Wang W, et al. (2011) Fructose-fed rhesus monkeys: a nonhuman primate model of insulin resistance, metabolic syndrome, and type 2 diabetes. Clin Transl Sci 4: 243–252. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3170136/pdf/CTS-4-243.pdf

12 Hu, F.B. Resolved: There is sufficient scientific evidence that decreasing sugar-sweetened beverage consumption will reduce the prevalence of obesity and obesity-related diseases. Obes Rev. 2013;14:606–619. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5325726/pdf/nihms846128.pdf

13 Malik VS, Popkin BM, Bray GA, Després JP, Willet WC, Hu FB. Sugar-sweetened beverages and risk of metabolic syndrome and type 2 diabetes meta-analysis. Diabetes Care 2010;33(11):2477–83. http://care.diabetesjournals.org/content/33/11/2477

14 Hala B AlEssa,Shilpa N Bhupathiraju,Vasanti S Malik, Nicole M Wedick, Hannia Campos, Bernard Rosner,Walter C Willett, and Frank B Hu. Carbohydrate quality and quantity and risk of type 2 diabetes in US women. Am J Clin Nutr. 2015 Dec; 102(6): 1543–1553. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4658465/

15 Schulze MB, Schulz M, Heidemann C, Schienkiewitz A, Hoffmann K, Boeing H. Fiber and magnesium intake and incidence of type 2 diabetes: a prospective study and meta-analysis. Arch Intern Med 2007;167(9):956-65. https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/10.1001/archinte.167.9.956

16 Livesey G, Taylor R, Livesey H, Liu S. Is there a dose-response relation of dietary glycemic load to risk of type 2 diabetes? Meta-analysis of prospective cohort studies. Am J Clin Nutr. 2013;97:584-96. https://academic.oup.com/ajcn/article/97/3/584/4571518