¿Qué es la obesidad?
-
La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma simple de medir la obesidad es a través del índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Una persona adulta con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. Puedes calcular tu IMC aquí si eres adulto o aquí para niños y adolescentes.
-
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.1
La obesidad en cifras
En el mundo2:
-
Entre 1975 y 2016, la prevalencia mundial de la obesidad se ha casi triplicado.
-
En 2016 más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían exceso de peso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
-
En 2016, el 39% de los adultos tenían sobrepeso y 13% eran obesos.
-
En 2016, según las estimaciones, unos 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.
En México:
De acuerdo a la Encuesta de Salud y Nutrición de Medio Camino 20163:
- El 33.2% de los niños en edad escolar (5 a 11 años) y el 36.3% de los adolescentes tienen sobrepeso u obesidad.
- El 72.5% de los adultos mexicanos tiene sobrepeso u obesidad y la cifra es mayor en mujeres adultas (75.6%) que en hombres (69.4%).
- La obesidad abdominal, es decir las mujeres que tuvieron una circunferencia de cintura mayor a 80 cm y los hombres a 90 cm está presente en el 76.6% de la población, siendo de 87.7% en mujeres y 65.4% en hombres.
¿Por qué la comida chatarra y las bebidas azucaradas promueven la obesidad?
Diversos estudios científicos han demostrado que el consumo de comida chatarra es un factor de riesgo para desarrollar obesidad:
-
Entre más productos altamente procesados consumen las personas, más se deteriora la calidad de su alimentación. Varios estudios realizados en Brasil mostraron que las personas que más incluían estos productos en su alimentación, consumían dietas más densas en energía, más grasas (totales, saturadas y trans), más azúcares añadidos y menos fibra, proteína, sodio y potasio, que quienes consumían una mayor proporción de alimentos naturales o mínimamente procesados.4,5 En este mismo sentido, otro estudio realizado en Estados Unidos indicó que una alimentación con mayor energía proveniente de productos altamente procesados tenía un mayor contenido de carbohidratos, azúcares añadidos y grasas saturadas, en contraste con un menor contenido de proteína, fibra, vitaminas A, C, D y E, zinc, potasio, fósforo, magnesio y calcio.6 El exceso calórico y la mala calidad nutrimental promueven el desarrollo de obesidad.
-
Los países y personas con mayor consumo de comida chatarra tienen mayor presencia de obesidad. Un reciente estudio de la Organización Panamericana de la Salud mostró que las poblaciones de América Latina con mayor consumo de productos ultra-procesados tienen las mayores cifras de obesidad. En contraste, los países donde las ventas de productos ultraprocesados son menores y aún prevalecen los patrones de alimentación tradicional, como Bolivia y Perú, la presencia de obesidad es sustancialmente menor.7 Esta misma tendencia se confirma en un estudio reciente en nueve países de Europa.8 Otro estudio realizado en Brasil muestra que las personas que más consumen este tipo de productos alimenticios tienen 37% mayor probabilidad de tener obesidad que quienes los consumen en muy baja cantidad.9
-
La comida chatarra promueve que consumamos más azúcar de la cantidad máxima recomendada. Un estudio realizado en Estados Unidos demostró que estos productos son fuente importante de azúcar y por lo tanto disminuir su consumo podría ser una manera efectiva de reducir el consumo excesivo de azúcares añadidos10.
-
El consumo de comida chatarra promueve la obesidad porque los productos suelen ser muy densos en energía, promoviendo el exceso de calorías y por ende de tejido adiposo (graso).11 En el caso de los niños esto es muy importante ya que ese tejido adiposo en exceso se irá acumulando muy probablemente hasta la juventud y la edad adulta.12 Otro estudio en universitarios españoles encontró que quienes más consumieron productos ultra-procesados tuvieron 26% más probabilidad de desarrollar sobrepeso y obesidad que quienes los consumieron menos.13 En niños y adolescentes Iranís, quienes menos consumieron comida chatarra tuvieron menor riesgo de desarrollar obesidad general y obesidad abdominal.14
- Las bebidas azucaradas son particularmente promotoras de obesidad. Existe una gran cantidad de estudios que han demostrado que el consumo de bebidas azucaradas aumenta la probabilidad de desarrollar sobrepeso u obesidad, con tan solo el consumo de una lata al día. Una revisión de varios estudios concluyó que el consumo de una lata de refresco al día incrementa la probabilidad de sobrepeso en un 27% entre los adultos y 55% en niños.15
Referencias
1 Organización Mundial de la Salud. Obesidad. Disponible en: http://www.who.int/topics/obesity/es/
2 Organización Mundial de la Salud. Obesidad y sobrepeso. Nota descriptiva. Octubre 2017. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
3 Instituto Nacional de Salud Pública. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, Informe Final de Resultados. Disponible en: http://www.promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/doctos_2016/ensanut_mc_2016-310oct.pdf
4 Louzada MLC et al. Ultra-processed foods and the nutritional dietary profile in Brazil. Rev. Saúde Pública [online]. 2015, vol.49(38). http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-89102015000100227
5 Monteiro CA, Levy RB, Claro RM et al. (2011) Increasing consumption of ultra-processed foods and likely impact on human health: evidence from Brazil. Public Health Nutr 14,5–13. http://www.wphna.org/htdocs/downloadsdec2012/2011_PHN_Monteiro_et_al.pdf
6 Euridice Martínez Steele, Barry M. Popkin, Boyd Swinburn, Carlos A. Monteiro. The share of ultra-processed foods and the overall nutritional quality of diets in the US: evidence from a nationally representative cross-sectional study. Population Health Metrics 201715:6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5307821/pdf/12963_2017_Article_119.pdf
7 Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias, efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas. Washington, D.C.: OPS/OMS; 2015. http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/7698/9789275318645_esp.pdf
8 Crovetto MM, Uauy R, Martins AP et al. Household availability of ready-to-consume food and drink products in Chile: impact on nutritional quality of the diet. Rev Med Chil 2014;142:850–858. En español: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rmc/v142n7/art05.pdf
9 Canella DS, Levy RB, Martins AP, Claro RM, Moubarac JC, Baraldi LG, et al. Ultra-processed food products and obesity in Brazilian households (2008-2009). PLoS One. 2014;9(3):e92752. http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0092752
10 Martínez Steele E, Baraldi LG, Louzada MLDC, et al. Ultra-processed foods and added sugars in the US diet: evidence from a nationally representative cross-sectional study. BMJ Open 2016;6. Disponible en forma gratuita en: http://bmjopen.bmj.com/content/bmjopen/6/3/e009892.full.pdf
11 Rouhani MH, Haghighatdoost F, Surkan PJ, Azadbakht L. Associations between dietary energy density and obesity: A systematic review and meta-analysis of observational studies. Nutrition. 2016 Oct;32(10):1037-47. http://www.nutritionjrnl.com/article/S0899-9007(16)30009-0/fulltext
12 Johnson L, Mander AP, Jones LR, Emmett PM, Jebb SA. Energy-dense, low-fiber, high-fat dietary pattern is associated with increased fatness in childhood. Am J Clin Nutr 2008;87:846-54. Disponible en forma gratuita en: https://www.researchgate.net/publication/5451449_Energy-dense_low-fiber_high-fat_dietary_pattern_is_associated_with_increased_fatness_in_childhood
13 Mendonca R, de C, Pimenta AM, Gea A et al. (2016) Ultra-processed food consumption and risk of overweight and obesity: the University of Navarra Follow-Up (SUN) cohort study. Am J Clin Nutr 104, 1433–1440. Resumen disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27733404
14 Payab Moloud, Kelishadi Roya, Qorbani Mostafa, Motlagh Mohammad Esmaeil, Ranjbar Shirin Hasani, Ardalan Gelayol et al . Association of junk food consumption with high blood pressure and obesity in Iranian children and adolescents: the CASPIAN-IV Study . J. Pediatr. (Rio J) 2015;91( 2 ):196-205. http://www.scielo.br/pdf/jped/v91n2/0021-7557-jped-91-02-00196.pdf
15 Te Morenga L, Mallard S, Mann J. Dietary sugars and body weight: systematic review and metaanalyses of randomised controlled trials and cohort studies. BMJ. 2013; 346. http://www.bmj.com/content/bmj/346/bmj.e7492.full.pdf